Ong, A.D., et al., Cumulative social advantage is associated with slower epigenetic aging and lower systemic inflammation. Brain, Behavior, & Immunity, 2025, vol. 48, n. 101096, 2025, 9 p.
Resumen
El estudio investiga cómo las condiciones sociales a lo largo de la vida —como la educación, el ingreso, la ocupación y la estabilidad social— pueden influir en el ritmo biológico del envejecimiento. En lugar de medir la edad cronológica (cuántos años tiene una persona), los investigadores utilizan marcadores epigenéticos, es decir, cambios químicos en el ADN que reflejan cómo el cuerpo envejece internamente.
Los resultados muestran que las personas con mayores ventajas sociales acumuladas (por ejemplo, buena educación, recursos económicos, redes de apoyo y entornos menos estresantes) presentan un envejecimiento epigenético más lento. Dicho de otra forma, su “reloj biológico” avanza a un ritmo más pausado que el de quienes han vivido con desventajas sociales. Además, estas personas también tienen niveles más bajos de inflamación sistémica, un proceso corporal asociado con muchas enfermedades crónicas y con el envejecimiento acelerado.
El estudio refuerza la idea de que las desigualdades sociales no solo afectan la calidad de vida, sino también la biología misma del envejecimiento humano. La ventaja social no actúa en un solo momento, sino que sus efectos se acumulan a lo largo del tiempo, protegiendo frente al desgaste fisiológico que produce el estrés social y económico.
Palabras clave
Personas mayores, Factores socioeconómicos, Condiciones de vida, Forma de vida, Efectos, Beneficios, Envejecimiento, Ritmos biológicos, Calidad de vida, Factor de protección, Enfermedad